Madrid. La Policía Nacional española explicó en una rueda de prensa en la Dirección General de Madrid el operativo que les llevó a la desarticulación de la infraestructura del cártel de Sinaloa en España y mostró la droga incautada, mil 800 kilogramos de metanfetamina, 24 kilogramos de cocaína, dinero en efectivo y el material que utilizaban. Según explicaron los responsables de la investigación, el cabecilla de la trama era un “ciudadano mexicano”, que fungía como enlace del cártel, de unos 35 años y natural de Sinaloa, que se encuentra detenido en una cárcel española.
Los agentes españoles destacaron que se trata de la segunda mayor aprehensión de metanfetamina de toda Europa, además de haber desmantelado el principal punto de abastecimiento de drogas de síntesis en territorio europeo, que tenía como centro de operaciones las ciudades españolas de Tenerife, Madrid, Valencia y Alicante.
Las detenciones y la desarticulación de la célula del crimen organizado se llevó a cabo el pasado 6 de mayo, si bien no había trascendido nada porque la operación policial sigue abierta y de hecho todavía están tras la pista de varias personas que también participaron en el tráfico de drogas. Según explicaron los jefes de las Unidades de Investigación de Madrid, Valencia y Tenerife, la investigación se inició hace un año, cuando localizaron en Tenerife 24 kilogramos de cocaína escondidos en unas lavadoras. La policía sospecho de la supuesta compra de los electrodomésticos porque gracias a los beneficios fiscales de las Islas Canarias lo más habitual es que ese tipo de aparatos se compren ahí mismo y no los importen desde la península.
Así empezó el rastreo de la célula del cártel de Sinaloa, que según uno los agentes que participó en la operación “eran muy cuidadosos de todos sus movimiento, incluso diría que eran especialmente minuciosos en sus actos para evitar levantar sospechas”.
Una vez que se localizó la droga en Tenerife, las pistas de la sustancia les llevaron hasta la localidad valenciana de Villena y a un polígono industrial en Madrid, donde los agentes españoles realizaron tareas de vigilancia durante un año. Y así fue como detectaron que el ciudadano mexicano viajó a España para dirigir personalmente el movimiento de la droga, que pensaban trasladar al norte de Europa, que es donde se registraron mayores índices de consumo de la metanfetamina.
A partir de esa operación las pesquisas se centraron en identificar a los responsables del envío, pudiendo averiguar que se había realizado a través de una empresa de logística ubicada en la zona sur de Madrid, hasta donde se desplazaban integrantes de la organización para hacer determinados envíos ocultos en electrodomésticos.
El pasado seis de mayo se detectó un nuevo envío de la organización que permitió a los investigadores ubicar, en la provincia de Valencia, el lugar donde podría encontrarse el punto de almacenamiento y ocultación del estupefaciente. Los agentes detectaron una furgoneta que se desplazó hasta una vivienda, del municipio valenciano de Villena, donde permaneció durante una hora y media. Posteriormente, los agentes interceptaron la furgoneta en la que observaron un sistema de compresores hidráulicos que permitían el acceso al suelo del vehículo donde se ocultaban un total de 224 kilogramos de metanfetamina.
Tras el hallazgo, se llevó a cabo una entrada y registro en la vivienda de lujo donde se había aprovisionado la furgoneta y donde finalmente se localizaron se localizaron más de mil 500 kilos de metanfetamina y se arrestó al líder de la red criminal, responsable del cártel de Sinaloa en España.
Además fueron detenidas cuatro personas más, tres de nacionalidad española y un rumano, que en realidad tenían como función el hacer de transportistas de la droga.